martes, 12 de agosto de 2014

Collar de plástico mágico

Preparé este tutorial hace un montón, y por razones que desconozco, se borró :/

Rehacer cosas es algo que me da una pereza infinita así que entre eso y el estrés de estas semanas se ha alargado hasta hoy que vuelva a sacar un rato.

Lo que vamos a hacer es el collar de banderolas de plástico mágico que puse hace un tiempecito en Instagram.


La verdad es que queda muy bonito y resultón (aunque no lo parezca por mi cara de limón en la foto... Me haría otra algo más contenta de vivir, pero manejo unos pelos ultimamente que como para retratarme, vaya...).

El plástico mágico lo compré online, y como podéis ver en la foto, parece una lámina de acetato. También lo venden en blanco, negro, de colores, con dibujos ya hechos e incluso especial para impresora. Yo compré el básico, que pensé que me daría más juego. Para decorarlo uso rotuladores permanentes. También valen con tintas permanentes, pero las mías son al agua y se borran con el dedo, los rotus no.



Dibujamos lo que queramos en el plástico mágico. En mis hojas se ven las banderolas del collar, mi llavero de XO, el ukelele de la Mini-Hawaiana que puse hace poco en Instagram y alguna cosa más. Mi nombre, por ejemplo, se estropeó, porque estuve tan loquísima que le saqué los huecos a las letras y después del horno me lo cargué. Sí, el plástico va a pasar por el horno, pero como dijo Jack, El Destripador: vayamos por partes.


La característica del plástico mágico es que expuesto a altas temperaturas (concretamente las del horno, aunque también lo he visto reaccionar muy bien a las pistolas de embossing, por si os interesa), encoje. Más o menos se hace 7 veces más pequeño y 7 veces más grueso, pero puede variar según la marca o incluso el horno. Por eso un truco típico es encoger un troco con las medidas reales de una regla, meterlo al horno y ver qué sale. Yo tengo la mía y quedó tal que así.


Veréis que marca hasta el 10, pero no llega a 4.5 cm y medio. Haciendo esta prueba podéis obtener la razón exacta del cambio que sufrirá vuestro plástico. Yo, usando mi mini regla, calculé que tenía que hacer las banderolas tal que así de grandes, para que quedaran luego del tamaño que yo quería.



Pocos materiales para este trabajo: el plástico, 2 rotuladores, reglas, tijeras y perforadora.


Con la perforadora hice dos agujeros en cada banderola, para luego pasarles un cordón. Mi perforadora apenas costó un euro en el chinorris y es perfecta para el plástico mágico porque el agujero que hace es bastante grande y teniendo en cuenta que se va a hacer 7 veces más pequeño, mejor curarse en salud.


Mi fabricante indica que precaliente el horno a 170º. No indica tiempo pero es fácil saber cuando está en su punto. Una vez que pongáis las piezas en el horno van a empezar a girarse y retorcerse. Cuando lo ves da un poco de cosica porque piensas "ya está, al carajo la manualidad", pero no, en poco tiempo mientras se hace cada vez más pequeño y más gordito, vuelve a ponerse plano él solito. Si no está completamente plano cuando acaba el espectáculo hay que sacarlo del horno y rápidamente presionarlo con algo plano. Y Cuando digo rápido es RÁPIDO, porque endurece en segundos y entonces sí, como aprietes, lo partes. Pero don't worry si se os queda abombado porque lo podéis meter infinitas veces en el horno para que vuelva a ablandarse y aplanarse.


Y así quedaron las piezas del collar una vez horneadas. Se puede ver fácilmente el drástico cambio de tamaño con la referencia de las tijeras o de la misma tabla de corte.


Ya que tenía el horno caliente, hice también las otras figuras, que quedaron igual de monas.




Y ya está, chimpún. Así de fácil se trabaja el plástico mágico. Espero que os haya gustado o a alguien le sirva.

Besis!

No hay comentarios: